Cuando 1966, aquí en Lima y seguramente en el resto de país; en la mayoría de radios se escuchaba en plena moda “La Chichera” (cumbia) interpretada por Los demonios del Corocochay; Así como el intérprete preferido de mi mamá; el cantante de boleros rancheros, el Mexicano Javier Solís; fallecido ese año. Yo cursaba el segundo año de secundaria.
Como mi colegio no tenía un local grande para la cantidad de alumnos; Alquilaron 6 tiendas en un mercado en la calle Barreda y Aguilar de Ciudad y Campo, distrito del Rímac. Estas tenían las puertas enrrollables, con vista a la calle y servían como salones de estudio para las 6 secciones de segundo año.
Una tarde de octubre días antes del terremoto. Estábamos en clase del curso “lenguaje”, con un profesor que tenía una “pinta” coma la del actor mexicano Jorge Rivero; de apellido Bher. Este, hizo una pregunta para todos los que estábamos en el salón, y ante el silencio de mis compañeros, incluso de los más aplicados; levante la mano y conteste la pregunta; estoy seguro la mayoría sabía la respuesta.
Días después; eran como las 4 de la tarde, el horario era hasta 5.30 Pm. Y por coincidencia ese día, las alumnas del colegio de mujeres María Parado de Bellido, conocidas por nosotros como “Las pinguinas“ porque tenían un uniforme azul oscuro y blusas blancas; que les daba esa apariencia, más aun cuando estaban en grupo; estas habían salido temprano y estaban pasando por la vereda del frontis de las tiendas; algunas se detenían a mirar, ya que las puertas enrrollables estaban arriba y se podía ver todo hacia adentro como tiendas que eran; estábamos casi en la calle. Y sucedió algo parecido días atrás; el profesor Bher volvió hacer una pregunta y nuevamente, levante la mano, me puse de pie y la conteste a su satisfacción, igual que la vez anterior. Inmediatamente dijo: “que pasa con ustedes; porque solo Figueroa me contesta. ¡Lo voy a premiar!” exclamo y agrego “en todo salón siempre hay un «sirio». ¡Figueroa; lo buscan! Tome sus cosas y no haga esperar esas chicas; señalando hacia fuera, aaa … ¡vaya con un compañero!”. Exclamo nuevamente.
Como ustedes comprenderán; lógicamente le dije a Fermín Valle, mi compañero de carpeta, “cholo” vamos; ¡somos pinguinas!
Debo aclarar que no fui; ni soy sirio.
Si quieren escuchar «La Chichera» https://youtu.be/DKLIjTl_D5s
César Figueroa Navarro
Promoción 1969 CPPS.





